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Kale es una verdura infravalorada que esconde un gran valor nutritivo en sus hojas: Vitamina C, K y vitaminas del grupo B. Comer el kale complementa la dieta con magnesio, zinc, hierro, potasio, así como calcio. También cabe destacar su gran cantidad de proteínas y, al igual que el brócoli, contiene sulforafano, ¡el antioxidante más potente!
Ingredientes:
- dos puñados de hojas de kale
- sal, pimienta al gusto
- media cucharadita de guindilla molida
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Método de preparación:
- Laver el kale, secar y arrancar las fibras gruesas que atraviesan el centro de la hoja. A continuación, rompa las hojas en trozos más pequeños.
- En un bol, mezcle el aceite y las especias.
- Añadir las hojas picadas y mezclar bien.
- Poner el horno a 150 grados.
- Colocar las hojas en una bandeja de horno bien apretadas, pero sin que se toquen entre sí.
- Introducir las hojas en el horno y hornear durante 5 minutos. Si las hojas siguen blandas después de este tiempo, continúe horneando durante uno o dos minutos más.
Recuerde que las hojas deben estar crujientes y no quemadas.