Las mejillones bien preparadas y frescas saben deliciosas. Los mejillones son muy nutritivos y, si se limpian y cocinan correctamente, pueden ser un plato maravilloso.
- 1 kg de mejillones
- 2 hojas de laurel
- 50 -100 ml. de vino blanco o agua
Verter el vino o el agua en una olla grande , añadir 2 hojas de laurel y llevar a ebullición. Cuando el vino rompa a hervir, echar las mejillones y tapar, dejar a fuego fuerte 3-4 minutos hasta que las mejillones se abran. Cuando todas las mejillones estén abiertas, retirar la olla del fuego y separar la parte de la concha sin carne. Las mejillones así preparadas se pueden comer calientes rociadas con zumo de limón recién exprimido o frías con una vinagreta.
Separar las conchas de los mejillones
Los mejillones contienen una gran cantidad de agua. El proceso de cocción produce un caldo único y muy aromático, que merece la pena utilizar para hacer una salsa o guardar frío en la nevera para utilizarlo en otra cena.
Separar las conchas de los mejillones debe hacerse con mucho cuidado para no dañarlas ni dañar los dedos.